A pesar de estos números, tal vez por menos conocido o por menos difundido, el cáncer de colon pasa muchas veces inadvertido y los casos van en aumento. Este incremento preocupa a los especialistas, dado que es uno de los tipos de cáncer que, detectado precozmente mediante análisis sencillos, garantiza más de un 90% de sobrevida.
“Lamentablemente, apenas el 10% de los casos se detecta tan precozmente. El 72% de los pacientes llega tarde a la primera consulta, con una lesión maligna avanzada y metástásica”, expresa la doctora Justina Martínez, jefa del Servicio de Oncología del Hospital Universitario Austral.
¿A qué se debe el elevado número de casos?
En principio, a dos factores: la falta de controles y la mala alimentación. “Este tipo de tumores puede estar relacionado con la ingesta de alimentos con conservantes. Por esto, el consejo es volver a las dietas ricas en verduras y frutas, a la comida sana, hecha en casa”, destaca la oncóloga.
Con respecto de los controles básicos, estos consisten en un examen clínico y la historia de los hábitos del paciente. Los estudios de rutina son el dígito-rectal —un examen del recto que busca detectar bultos o cualquier manifestación inusual— y la colonoscopía, un procedimiento para mirar dentro del recto y del colon y chequear si hay pólipos o superficies anormales.
La doctora Martínez aconseja la colonoscopía en especial para las personas con antecedentes familiares. Para las que no los tienen, pero que superan los 50 años de edad, sugiere realizar un control con colonoscopía, que se repite cada 5 años si los resultados son normales. Además, la especialista enfatiza la importancia de llevar un estilo de vida saludable, practicar deporte regularmente, no fumar y evitar las bebidas alcohólicas.
Conocer los síntomas y evitar los riesgos
El cáncer mencionado se forma en el colon, la sección más larga del intestino grueso, o en el recto, la porción terminal del intestino.
Los principales factores de riesgo incluyen tener más de 50 años, antecedentes familiares de cáncer colorrectal, y haber tenido otro tipo de cáncer y/o úlceras en el intestino grueso. Los síntomas se presentan cuando la enfermedad se encuentra en estadios avanzados: cambios en los hábitos evacuatorios, sangre en la materia fecal, diarrea o constipación, dolores abdominales recurrentes, pérdida de peso sin motivo aparente, cansancio excesivo, vómitos, etc.

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