El Chauliodus Tiene una pinta terrible, y no es para menos, ya que es uno de los mayores depredadores de su hábitat. Como otros peces abisales, Chauliodus utilizan órganos bioluminescentes para cazar y atrapar presas en las profundidades cuando la luz solar no penetra en el fondo. Tienen luces en su cuerpo, localizadas en el vientre y en el final de una aleta para atraer presas.

Los mixines o mixinos. Es quizás la más desagradable de las criaturas marinas, en gran parte por su capacidad para producir lodo. Parecido a la lamprea, carece de mandíbulas. En su lugar tiene dos estructuras que se desplazan de forma horizontal y le sirven para capturar a su presa. Se alimenta de las vísceras de animales de mayor tamaño y se introduce a veces en ejemplares vivos para roerlos. Por lo general, son necrófagos. Toda una película de terror.

El pez sapo peludo Es una de las criaturas más extrañas por su peculiar aspecto. Esta especie, que puede encontrarse en las aguas cálidas de Indonesia, camina sobre los lechos marinos en busca de alimento, escondido entre las esponjas y corales. Se parece a un sapo en todo: la forma semicircular de su cuerpo, su boca gruesa y su posición en la arena a la hora de saltar sobre su presa. De su cuerpo de color amarillo nacen numerosas ramificaciones que se asemejan a pelos. Su tamaño es muy variable.

No hay comentarios:
Publicar un comentario